Por Cristina Pradas, voluntaria del area de Educación para el Desarrollo
¡Qué interesante es acercar a los pequeños la oportunidad de
reflexionar! Reflexionar sobre las cosas del día a día (unas lejanas
pero otras compañeras de nuestras vidas) que nos acompañan pero que, en
muchas ocasiones, y siendo quizá conscientes de las injusticias,
preferimos mantener esa venda en nuestros ojos que nos impide ver más
allá y hacer como si todo fuese bien.
Lógicamente, cada uno de
nosotros tiene una forma de pensar (y menos mal que es así porque si no
todo sería pura rutina y el mundo, en cierto modo, sería un caos) existe
la libertad de expresión. A lo largo de estos talleres en los colegios,
hemos escuchado opiniones de todo tipo, lo que está claro, es que unas
veces las compartiremos y otras iremos por caminos totalmente distintos,
lo que debemos tener en cuenta y aprender (tanto grandes como pequeños)
es a crear una conciencia crítica que nos ayude a argumentar nuestras
opiniones, a tener las cosas más claras, a defender lo que cada uno de
nosotros considera injusto, a luchar por nuestras ilusiones, deseos o
sueños, a promover el cambio social y no quedarnos de brazos cruzados
ante tales problemas.
¿Por qué pensé en ser voluntaria de Médicos
del Mundo? Porque siento la necesidad de contribuir al cambio social, a
la construcción de ese mundo imaginario que construía en mi mente desde
pequeña, un mundo donde no existía la guerra, tampoco el hambre o las
injusticas, donde cada uno de nosotros teníamos una calidad de vida y
donde las diferencias, injusticias o desigualdades no eran tan extremas
como las que podemos encontrar que derrumban por completo los conocidos
Derechos Humanos (sí, existen y supuestamente son universales pero es
realidad que se vulneran). Siento la necesidad de no quedarme de brazos
cruzados y actuar.
Llevo poquito tiempo compartiendo experiencias
con Médicos del Mundo en el ámbito de Educación para el Desarrollo,
pero ¡cuántas cosas se aprenden en tan poco tiempo!, consiste en dar a
conocer a los demás la realidad, en llevar a cabo un proceso de
sensibilización… pero cierto es, que como persona siento que voy
creciendo cada día un poco más.
Médicos del Mundo es como una gran familia, donde me he sentido integrada desde el primer momento, ¡muchas gracias!.
1 comentario:
Me encantas!! qué ganas le echas a todo. Sigue así;)
Publicar un comentario