Durante seis semanas entre marzo y mayo estuvieron viviendo una experiencia que merece la pena que conozcamos mejor. Os los presentamos ya:
Inma Molina, médica en activo, forjada en emergencias con Bomberos sin Fronteras y que aterrizó en Médicos del Mundo de la mano de la compañera Beatriz Salas por la indignación que le provocó el decretazo que supuso la exclusión de la tarjeta sanitaria para tantas personas. Hoy está integrada en el equipo de Prevención de la Mutilación Genital y está muy satisfecha porque siente que en los talleres hay muchas mujeres que en su momento la sufrieron y no quieren que a sus hijas les pase lo mismo de ninguna manera.
Anchel Mérida, enfermero de profesión y voluntario por vocación desde muy joven.
Empezó en Médicos del Mundo ayudando a la vez en los equipos de Prostitución y Prevención de la MGF, simultaneándolo con colaboraciones en otras Ongs, hasta que tuvo que elegir. Actualmente continúa colaborando en Prostitución y está inquieto porque va a tener tiempo para involucrarse en más proyectos y en breve lo hará.
Beatriz Salas, médica en ejercicio y entusiasta del trabajo que han podido realizar en Sierra Leona, donde ya está pensando en volver en cuanto le concedan el permiso laboral que necesita. Escuchándola se tiene la sensación de que su incursión en cooperación no va a ser puntual.
Y Jesús Pérez, administrador. Viajó a Kabala con Bea y Anchel, encargado de la contratación de personal local y de la economía. Gran parte de los recursos que ha gestionado se destinaron a formar personal local como higienistas o como personal de apoyo psicosocial tanto para los supervivientes como para los familiares de los fallecidos.
El “Tío Gilito”, le llaman… y también tiene planes para volver en breve.
Gran Equipo: Jesús Pérez - Anchel Mérida - Beatriz Salas e Inma Molina. |
Sentimos que hacíamos falta, nos lo propusieron y tras enviar el currículum a Madrid y con una formación previa, enseguida nos fuimos a trabajar sobre el terreno.
Mdm Aragón: ¿Dónde estuvisteis exactamente y qué os encontrasteis al llegar? ¿Cómo son los centros sanitarios?
Inma Molina: Yo estuve en Moyamba. Allí la situación es de Stand by, sin casos nuevos pero en alerta, para activar todos los protocolos si se dá un caso nuevo.
Se adaptó una parte del ETC (Centro de Tratamiento de Ébola) como Holding Center (Centro de Aislamiento y diagnóstico) con una capacidad de hasta 100 camas.
Hicimos formaciones de triaje y prevención en los centros de atención sanitaria de las periferias.
Anchel, Bea y Jesús: Nosotros estuvimos alojados en Kabala y desde allí nos desplazábamos a los Holding Center de Kasumpe (que estaba sin terminar a nuestra llegada) y al de Kumala.
En el hospital de Kabala ingresó una señora practicamente asintomática que falleció a los 20 minutos y fue Ébola positivo. Fue el único caso que vimos durante nuestra estancia.
En realidad había alerta por muertes, pero no por enfermedad, porque las personas infectadas en ocasiones lo ocultaban por el stigma social que supone el Ébola.
Las propias autoridades también estaban politicamente interesadas en dar por superada la epidemia y en que el país se normalizase.
MdM Aragón: Vosotros habéis sido muy valientes. Cuando todo el mundo ha estado asustado con el Ébola aquí en España y más alarma social había, vosotros hacéis la maleta y vais de frente a uno de sus focos.
Ha habido mucha desinformacion. Conviene aclarar que se transmite por fluídos corporales y no por el aire, como se dijo.
En realidad el Ébola es un virus muy agresivo pero muy tonto, en palabras de Inma, y que su cápsula se rompe simplemente con lejía. Con la formación y los protocolos necesarios se puede tratar con él. Y aunque no tiene tratamiento, con la rapidez de respuesta necesaria a la hora de aislar a quienes lo padecen se evita facilmente su expansión.
MdM Aragón: ¿Cuáles son las principales vías de contagio en Sierra Leona?
Hasta esta emergencia el sistema sanitario del país era practicamente inexistente, de modo que no había información ni higiene ni capacidad de respuesta para aislar a los infectados.
Una vía importantede contagios han sido los ritos funerarios locales, en los que tradicionalmentese manipulan y abrazan mucho los cadáveres. (Perimorten el virus es muy contagioso.)
Actualmente, aunque Liberia y Sierra Leona estén practicamente libres de Ébola, cada día hay muchas personas que pasan la frontera con Guinea, dónde aún no está erradicado.
MdM Aragón: ¿Qué valorais más en cuanto al trabajo que allí se realiza?
Todo, para nosotros ha sido una experiencia enriquecedora.
Algunos ya estamos pensando en la posibilidad de volver a trabajar a Sierra Leona porque, en palabras de Beatriz, “Allí sientes que todo cobra sentido”.
Nos parece muy importante el seguimiento que se les hace a las personas que tuvieron la enfermedad porque como supervivientes sufren secuelas y muchos tienen poblemas en la vista y dolores articulares.
Además, tambien nos parece necesario trabajar con los familiares de las personas fallecidas, los grandes olvidados, para ayudarles con apoyo psicológico o psicosocial, porque muchas veces el fallecido es el cabeza de familia y el resto se han quedado sin sustento.
Lo más trascendente de lo que haces es formar a las personas de allí, contratando a personal local para que apoyen y ayuden, y para que continuen el trabajo cuando los sanitarios de las Ongs regresamos a nuestros países. Eso queda.
MdM Aragón: ¿Qué es lo que más os preocupa de toda la situación que habéis vivido?
Comprobar que al ser una enfermedad que afecta al tercer mundo y no al primero, la respuesta ha sido insuficiente y sobre todo muy lenta.
Sólo ha tenido repercusión mediática cuando los casos llegaron a Europa, osea muy tarde.
Para entonces miles de vidas ya se habían perdido, sólo que eran vidas africanas.
La repercusión de las catástrofes y su impacto social sólo es importante si los medios de comunicación hacen saltar la alarma y eso sólo ocurre cuando está en peligro Occidente, su salud, su economía…
Lo que no sale en la televisión no existe y si no nos afecta directamente, o no se cuenta o se deja de seguir tras los primeros titulares.
Ha habido desinformación y sobre todo falta de sensibilidad con las personas afectadas.
MdM Aragón: ¿En esos tres meses, qué echásteis mucho de menos?
El contacto. No podias tener contacto físico con nadie por el riesgo de contagio.
Sólo cuando llevábamos el traje puesto, que parecía como de la NASA, aprovechábamos para achucharnos y darnos abrazos entre nosotros o hacer carantoñas a los niños.
Estas precauciones se prolongan a nuestro regreso a España, porque debemos mantener una cuarentena durante la que no vamos a trabajar, ni a lugares con aglomeraciones de público. Durante estos días continuamos con la política de DON’T TOUCH y vigilamos nuestra temperatura, por si acaso.
En Sierra Leona les enseñábamos que no debían tocarse y las normas de higiene para evitar contagios, pero realmente es muy difícil evitar todo contacto físico por un periodo tan prolongado de tiempo, así que ellos mantenÍan las formas en el centro de tratamiento y delante del personal sanitario, pero en la calle no respetaban estas medidas y aunque fue parte del problema, es comprensible. Para ellos la vida tiene que continuar y normalizarse.
MdM Aragón: ¿Algo qué queráis destacar?
Ha sido una gran experiencia, dolorosa en muchos casos.
Algo que nos produce mucho dolor es conocer sobre el terreno el incremento de mujeres jóvenes que están sufriendo abusos sexuales, muchas veces a manos de sus familiares más próximos. Está ocurriendo sobre todo en las familias en las que la madre ha fallecido víctima del Ébola. Además los colegios como todos los lugares oficiales, han estado cerrados, de modo que las niñas estaban todo el tiempo en casa. Estos abusos conllevan además embarazos no deseados en edades muy tempranas.
Realmente todo el orden social se ha trastocado, el día a día se ha militarizado y la repercusión en todos los ámbitos de la convivencia es mayor de la que percibimos desde aquí. Y ya apenas es noticia…
Muchas gracias a los cuatro por vuestro tiempo de hoy y por el trabajo de tantos y tantos días aquí y allí. Nos hacéis sentir muyyyyy orgullos@s.
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