Por Aitana de Miguel, voluntaria del área de Comunicación.
“El año pasado, a principios
del verano tenía muchas ganas de hacer cosas nuevas en mi vida. Así que comencé
a hacer voluntariado en Médicos del Mundo Aragón. Cuál fue mi sorpresa que
cuando me presenté en la sede de Aragón para realizar una tarea como voluntaria
del área de comunicación tuve la buena fortuna de que necesitaban personas de
esta rama para formar un grupo de comunicación.
Como persona aventurera que
soy, siempre acepto nuevos retos. Estaba en el momento adecuado y en el lugar
adecuado.
Formamos un grupo muy sólido y
en él he realizado tareas de comunicación tanto externas como internas en la
propia sede. Pero sobre todo mi colaboración ha estado unida a las redes
sociales. No he parado de meter información en las redes social como community
manager. Con esta labor he aprendido muchas cosas por lo cual estoy
profundamente agradecida a esta fantástica y dinámica organización en la que en
todo momento he encontrado el apoyo que he necesitado. Tanto en Zaragoza, como
en Madrid me he encontrado con personas muy concienciadas con la importancia de
la comunicación.
Cuando comenzamos éramos solo
dos; yo y Beatriz, después llegó Maxi y Mariela y ahora tenemos a dos nuevos colaboradores;
Javier y Mónica. El grupo es completamente sólido.
Pero la pregunta tal vez sería,
¿por qué decidí hacerme voluntaria? Quería vivir una nueva experiencia, quería
aprender a convivir con nuevas circunstancia; y la mejor manera de hacerlo era
acercarme a las realidades sociales; aquellas que nadie ve y que están en
nuestro alrededor. Todos aquellos sectores de la población que están excluidos
y que no tienen a nadie que transmita lo que les sucede. Como periodista que
soy, quería poner mis conocimientos al servicio de los demás. Esto me ha
llevado a tener un conocimiento más profundo sobre las vulneraciones de los
derechos humanos. Temas como la trata de personas, los problemas de la
inmigración o la ablación femenina eran asuntos desconocidos para mí hasta que
llegué a Médicos del Mundo
Me he encontrado personas durante este año con una sensibilidad especial
hacia los más necesitados. Una de las lecciones más increíbles que he aprendido
ha sido el respeto.
El respeto por todas aquellas
realidades de exclusión que no están a la vista y que merecen una mención.
Personas de carne y hueso que por circunstancias de la vida les
ha tocado vivir una situación nada favorable. De ellas me queda el coraje para salir
adelante pase lo que pase. A través de sus testimonios he valorado las
auténticas lecciones de vida que me han dado.
He encontrado esta frase de un autor budista que a mí me gusta mucho:
Tener
valentía es fundamental para lograr o emprender cualquier cosa en la vida.
Obrar con coraje no implica una hazaña gloriosa o un gesto heroico. Se trata
más bien de la fortaleza para realizar esfuerzos perseverantes por alguna causa
correcta, aunque otras personas no se den cuenta de ello o no lo valoren. Daisaku Ikeda.
¡Muchas gracias a todos/as!
Este año sigo al pie del cañón, no lo dejo; no quiero. Seguiremos
fomentando la comunicación en nuestra sede pase lo pase. Como todas las
personas que he conocido; cada día más y más.”
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